Bobby Zokaites: en sus propias palabrasBobby Zokaites: en sus propias palabras

Bobby Zokaites: en sus propias palabras

Bobby Zokaites: en sus propias palabras
Apr, 20, 2021

ArtistasComunidadPhxArtista Destacado

Bobby Zokaites: en sus propias palabras

El escultor local Bobby Zokaites rechaza la convención tradicional del arte como experiencia de no tocar nada, desechándola por completo. En su lugar, canaliza su entusiasmo por la idea del juego para crear objetos y espacios interactivos a gran escala que invitan la interacción del público. Sí—eso significa que se puede tocar, trepar e incluso rebotar en sus esculturas (si la obra lo permite).

En los últimos años, Zokaites ha producido obras de arte público para espacios por todo Estados Unidos, basándose en su amor por la aventura y la fabricación para crear obras que reinventan las relaciones entre espectador, artista, intérprete, obra de arte y espacio. Hablamos con Zokaites para conocer sus primeras inspiraciones, cómo su obra refleja e impulsa el sentido de comunidad, y los proyectos en los que está trabajando en el Valle del Sol que inspiran el sentido del juego en todos nosotros.

Aquí está Bobby Zokaites, en sus propias palabras.


“Mi proceso para crear arte público suele empezar con identificar qué emociona o conmueve a un vecindario, sintonizando con las señales emocionales de los narrativos de los residentes.”

Photo Credit: Grey Shed Studio.

Photo Credit: Grey Shed Studio.

PhxArt: Cuéntenos acerca de dónde viene y qué fue lo que primero lo inspiró a ser escultor.

Bobby Zokaites: Crecí en un pequeño pueblo en el suroeste de Virginia, en medio de las montañas Blue Ridge. Mis padres se conocieron en la Universidad Tecnológica de Virginia a través del club de espeleología. Mi padre se convirtió en ingeniero eléctrico y mi madre en activista y educadora medioambiental. A lo largo de sus carreras y de su paternidad, mantuvieron un espíritu aventurero que nos dio a mis dos hermanos y a mí una educación única. Pasamos la mayor parte del tiempo al aire libre y en cuevas, lo que nos inculcó un sentido de autosuficiencia, la importancia de la contribución a la comunidad y algo de ese ingenio de Appalachia.

Aprendí muchas de las habilidades y experimentos de pensamiento que todavía utilizo hoy en día a una edad muy temprana. Una de mis anécdotas favoritas e ilustrativas es sobre las lámparas de carburo que eran nuestra principal fuente de luz bajo tierra; son las antiguas lámparas de los mineros que utilizan un mineral combinado con agua para producir una llama de acetileno. Como dependíamos de estas lámparas, practicábamos regularmente su limpieza y reconstrucción a ciegas. Este ejercicio de visualización nos obligaba a pensar en dónde van las piezas específicas, y para mí, como escultor, se ha convertido en una habilidad muy útil.

Si nos remontamos un poco más atrás, mis dos abuelos se dedicaban a la construcción, uno como arquitecto y otro como profesor de formación profesional. Gracias a ellos, mis padres adquirieron la confianza necesaria para construir su propia adición a la casa de nuestra infancia, ¡lo que resultó ser una gran introducción a las herramientas y a la construcción! Aprendimos a construir casitas en los árboles y torrecillas de castillo, y cuando yo tenía 14 años, los tres habíamos renovado el tejado de la casa. Mis padres estaban sentando las bases para que yo desarrollara la misma confianza que mis abuelos habían fomentado en ellos.

Bobby Zokaites, Tempe Streetcar – Sign Remix, 2020. Steel, automotive paint, NeonFlex lighting. Photo credit: Zokaites Sculpture.

Bobby Zokaites, Tempe Streetcar – Sign Remix, 2020. Steel, automotive paint, NeonFlex lighting. Photo credit: Zokaites Sculpture.

PhxArt: ¿En qué medios prefiere trabajar, y qúe le gusta explorar a través de su obra?

Zokaites: Me considero un escultor, lo que significa que me especializo en el material y estoy obsesionado con el proceso. Trabajo con metales, maderas y otros materiales industriales. He dado clases de fundición y tengo el certificado de soldadura. También suelo coser y tejer con materiales mucho más ligeros, como tela, soga y cuerda de paracaídas. Me gusta dejar que los materiales tomen su propia forma y que las combinaciones dicten la forma y la línea. Mi satisfacción personal consiste en crear algo nuevo, algo que no existía y que no tiene nombre.

Para mí, hacer es explorar, un intento de cambiar la realidad para crear nuevas experiencias y compartirlas. Mi obra de 2015, Shifting Sand Land (Tierra de arena movediza), encargada y realizada en colaboración con el Scottsdale Arts Festival, es un gran ejemplo. Con el nombre de un nivel desértico del mundo de los videojuegos de Super Mario Brothers, esta obra es una versión para todas las edades del clásico juego en que no se puede tocar el suelo. Docenas de pequeñas plataformas se agrupan para crear un archipiélago de 50 pies que ofrece un paisaje extraterrestre listo para la exploración. Los cimientos semiesféricos de estas “islas” cambian constantemente el centro de gravedad, lo que mantiene a los participantes atentos. Fue muy gratificante ver todos los juegos que se inventaron gracias a la diversidad de la participación, y especialmente ver a los niños enseñando a sus padres y abuelos a jugar.

Bobby Zokaites, Shifting Sand Land, 2015. Steel, wood, and upholstery fabric. Photo credit: Scottsdale Public Art.

Bobby Zokaites, Shifting Sand Land, 2015. Steel, wood, and upholstery fabric. Photo credit: Scottsdale Public Art.

PhxArt: ¿Por qué es importante que la gente juegue e interactúe físicamente con sus obras de arte público? ¿Por qué este rechazo de la idea que el arte se debe ver pero no tocar?

Zokaites: Muchas de mis propias experiencias formativas han sucedido en comunidad, durante actividades muy físicas o labores compartidas. Aunque la atención se centraba sobre todo en la tarea en cuestión—construir un granero, erigir una escultura o recorrer muchos kilómetros a través de un terreno difícil—lo que perduraba realmente era todo lo que ocurría al lado de esas actividades: la forma en que los grupos fijaban objetivos y tomaban decisiones, cómo imaginábamos los resultados y los caminos, una comprensión arraigada de que éramos más fuertes juntos y de que la colaboración podía ser práctica, sensata, fácil y divertida. Cada uno de ellos fue un acto de imaginación colectiva y una recompensa muy positiva.

Me ha interesado recrear espacios como estos, extrayendo este marco de lo que quizás son esfuerzos más especializados y llevándolo a la plaza pública a través de conceptos de juego. Mi proceso de creación de arte público suele empezar por identificar lo que mueve o emociona a un barrio, sintonizando con las señales emocionales de los relatos de los residentes. Por ejemplo, A Time Machine Called Tinaja (Una máquina del tiempo llamada Tinaja) transformó la resonante y conmovedora reflexión de un solo estudiante sobre la experiencia local en un diseño cívico que existirá más allá de nuestras vidas.

Tengo la esperanza de que, a medida que la población mundial se traslade a las ciudades, haya lugares acogedores y accesibles para la conexión, la interacción, el juego, la exploración y la imaginación, construidos con comunidades específicas que serán cada vez más importantes como marcadores del carácter único de los barrios y de la experiencia del lugar que poseen los residentes. Articular la voz y la visión de una comunidad en una estética escultórica que es grande, audaz, colorida y duradera se siente como un rayo de luz.

Bobby Zokaites, A Time Machine Called Tinaja – Central Sculpture, 2020. Steel, polyurethane, LEDs, concrete, native plantings. Photo credit: Grey Shed Studio.

Bobby Zokaites, A Time Machine Called Tinaja – Central Sculpture, 2020. Steel, polyurethane, LEDs, concrete, native plantings. Photo credit: Grey Shed Studio.

PhxArt: ¿Cuáles son sus mayores influencias artísticas?

Zokaites:  Me formé en el oeste de Nueva York, en la Universidad Alfred. Aunque pasé la mayor parte del tiempo en la fundición, también obtuve un título menor en historia del arte, atraído especialmente por las filosofías y prácticas de Barbara Hepworth, Isamu Noguchi y Constantin Brâncuși, así como por la gravedad y el humor de la Bauhaus (especialmente Schlemmer) y los dadaístas. El profesorado de Alfred se dedica increíblemente a sus estudiantes y a su propio trabajo. Aunque estoy agradecido a todos los que me han influido, fueron Diane Cox, Coral Lambert y Angie To las que más influyeron en mi aprendizaje temprano. La energía de Diane y Coral va más allá de los límites, su capacidad para inspirar el trabajo y el pensamiento no tiene rival. La capacidad de Angie para explicar conceptos es concisa y directa. También diré que los compañeros con los que me formé son personas increíbles; esa comunidad todavía me inspira hoy.

Luego pasé tres años en Minnesota, en el Parque de Escultura de Franconia (FSP, siglas en inglés), antes de trasladarme a Arizona. Allí conocí a innumerables escultores, como John Hock, Peter Morales, Jeffery Kalstrom, Bridget Beck y Paul Howe, por nombrar sólo a algunos. En ese tiempo, pude ver cómo muchos materiales diferentes se transmutan a través de la ambición bruta y de muchas metodologías de trabajo diferentes, con referencias regulares a personas asociadas con el regreso a las áreas rurales, como Alice Aycock y Michael Heizer. Es mi experiencia en el FSP la que me da confianza para experimentar sin otra razón que el crecimiento personal.

En la escuela de posgrado de la Universidad Estatal de Arizona, reuní estas experiencias en torno a los ideales de “participación”. Seguía pensando en Noguchi, pero volvía a su internamiento voluntario durante la Segunda Guerra Mundial en el que dirigió un taller de carpintería en el campo. También pensé en Oppenheimer y su participación en el perfeccionamiento del uranio que permitió trágicamente el bombardeo de Hiroshima, así como en su posterior fundación del Exploratorium, un museo de arte, ciencia y percepción humana; en las contribuciones de Mark Twain al periódico de la época de la Fiebre del Oro de Nevada, que incluía relatos y ocurrencias sobre la vida en la frontera; y mucho más. Mis estanterías siempre han estado llenas de historias que imaginan mundos y sociedades y describen las formas físicas e intangibles y las decisiones que los sembraron, desde los mundos fantásticos de Tolkien y Herbert hasta las biografías esperanzadoras de los Obama. Las formas de estos mundos están determinadas por la agencia de sus sociedades y los participantes cívicos más activos. Esta premisa también la defienden arquitectos de la posguerra como Waldo Van Eyck y artistas como Christo y Jean-Claude, que aportaron su propia participación activa en diálogos públicos y procesos de creación impulsados por la comunidad. Mi trabajo de tesis se centró tanto en la comunidad que participó en su creación como en la propia instalación.

Después de graduarme, viajé y trabajé por todo Estados Unidos antes de volver a Arizona para establecer formalmente mi estudio. Aquí, he encontrado mi comunidad en personas como Zach Valent, Haylee Bolinger, Kara Roschi, Peter Bugg, David Adams, Nick Rascona… hay tantos. También he encontrado mentores en Mary Neubauer, Mary Lucking y Chico MacMurtrie.

Bobby Zokaites, Weavings – Weaving Group, 2020. Custom steel looms and paracord. Photo credit: Zokaites Sculpture.

Bobby Zokaites, Weavings – Weaving Group, 2020. Custom steel looms and paracord. Photo credit: Zokaites Sculpture.

PhxArt: ¿Cuáles son algunas obras o series en las que está trabajando actualmente o que ha exhibido recientemente?

Zokaites: Recientemente he realizado dos importantes proyectos de arte público—obras de infraestructura cívica permanente—en Phoenix y Tempe. Uno de ellos es un nuevo parque verde en un barrio residencial de Maryvale, y el otro consiste en tres instalaciones escultóricas a gran escala para un proyecto de ampliación del Metro del Valle.

Para A Time Machine Called Tinaja (Una máquina del tiempo llamada Tinaja), los arquitectos paisajistas de Dig Studio y yo transformamos un pozo de agua de la ciudad de Phoenix, situado en North 73rd Avenue y Crittenden Lane, en un nuevo espacio verde comunitario. Desarrollado a través de una asociación entre el Departamento de Servicios de Agua de la Ciudad y el Programa de Arte Público de la Oficina de Arte y Cultura, el proyecto convirtió un gran terreno baldío rodeado por una cerca de alambre en un espacio comunitario con senderos para caminar, esculturas, cercas, iluminación y jardín. Nuestro equipo de diseño se inspiró en la historia de la zona, en reuniones con los vecinos y en talleres escolares con más de 100 alumnos de la cercana escuela secundaria Trevor G. Browne.

Las esculturas centrales imitan el aspecto y la sensación del agua. Dos arcos de acero y poliuretano, de 16 y 19 pies de altura, crean un punto de referencia y un paso azul luminiscente para los estudiantes que van y vienen de la escuela secundaria y el instituto cercanos. Dig Studio dispuso las hileras de árboles autóctonos del desierto y otros elementos botánicos resistentes en secciones e hileras para simbolizar la historia agrícola de la zona y ayudar a reducir el impacto del calor urbano. Por la noche, las esculturas, los caminos y las cercas iluminan un tramo de la avenida 73 Norte que antes estaba oscuro. El título del proyecto hace referencia a las pequeñas reservas naturales de agua que se encuentran en el desierto de Sonora y que sirven de respiro a los viajeros del desierto—una descripción muy adecuada para este nuevo pozo embellecido de Maryvale.

El tranvía de Tempe, cuya inauguración está prevista para 2021, es un proyecto de expansión del tren ligero muy esperado en el corazón del centro de Tempe. Fui seleccionado para diseñar, fabricar e instalar esculturas en tres paradas a lo largo de Apache Boulevard. Cada instalación reúne elementos de la comunidad, el lugar, la historia local y el entorno natural.

Superbloom (Superfloración) en el Paseo del Saber cuenta con 10 luminarias personalizadas montadas en cinco postes de luz antiguos rescatados del depósito de la ciudad. Ubicada dentro de la arquitectura universitaria que lleva el mismo nombre que las plantas del desierto, esta obra de arte es una colorida abstracción de las famosas superfloraciones silvestres del valle. Apache Boulevard, con su rica historia de señalización icónica, ha seguido siendo un paisaje que marca el flujo continuo entre la arquitectura universitaria y la de la ciudad. En honor a esta tradición, Sign Remix (Remix de señalización), en la parada de Rural Road, combina la señalización histórica con materiales de la era espacial. Y, por último, en An Antonym for a Tchotchke (Un antónimo para una chuchería) , unos aparatos de aire abstractos situados en lo alto dominan la parada de tranvía de Dorsey Road. La presentación contemporánea de artículos aparentemente arcanos recuerda a los espectadores que Tempe no sólo se ha construido en torno a la industria de la universidad, sino que también prospera gracias a sus otras historias de fabricación e industria.

PhxArt: ¿Qué puede esperar ver de usted próximamente nuestra comunidad?

Zokaites: A lo largo de los compromisos con proyectos de arte público de los últimos años, una práctica de estudio experimental continua ha proporcionado un refugio para la exploración de nuevas tecnologías, materiales y formas. Vuelvo regularmente al dibujo y a la tela, la soga, la madera, el alambre albañil y la cuerda de paracaídas para resolver ciertos fundamentos, y en los últimos meses se han producido varios avances.

Como escultor, llevo 15 años tejiendo como solución para los exteriores escultóricos, probando continuamente la flexibilidad de la escala de la artesanía. He construido tejidos de tamaño íntimo—maquetas de sobremesa con cuerda de paracaídas—que se han ampliado hasta alcanzar los 20 pies de longitud con el uso de desechos industriales como telas de sombrillas y correas de cinturones de seguridad. También he utilizado el material vernáculo del arte público permanente, el acero y el poliuretano, para crear formas duraderas y a gran escala para exteriores que evocan los tejidos.

Dado que muchos de nosotros pasamos más tiempo en casa, en el espacio doméstico, me he sentido atraído a trabajar a una escala más íntima y táctil y a profundizar en mi investigación y experiencia en los detalles y problemas del tejido en redondo, explorando los matices de la tensión y el patrón. La investigación y las sesiones de trabajo con una cohorte local de colegas practicantes han aumentado el disfrute del proceso y mejorado mucho los resultados. Estas investigaciones escultóricas han dado lugar a innovadoras construcciones de telares y a una mayor complejidad en los patrones de tejido, creando una nueva arquitectura formal. El mayor acceso a los materiales y procesos industriales, combinado con este estudio más profundo y dedicado de las metodologías artesanales tradicionales, ha dado lugar a un nuevo conjunto de obras experimentales que me entusiasma presentar en el futuro.

Bobby Zokaites, Weavings – Blend, 2020. Steel, paracord, wood. Photo credit: Zokaites Sculpture.

Bobby Zokaites, Weavings – Blend, 2020. Steel, paracord, wood. Photo credit: Zokaites Sculpture.

VER MÁS

Para ver más obras de Bobby Zokaites, visita www.bobbyzokaites.com, síguelo en Instagram @bobbyzokaites, o encuéntralo en LinkedIn. Para consultas sobre comisiones, envía un correo electrónico a zokaitessculpture@gmail.com.


#CuarentenaCreativa

Estamos interesados en saber cómo los creativos navegan este tiempo del coronavirus. Bobby Zokaites comparte lo que le está dando vida como creativo durante la cuarentena.

Zokaites: Pasé a trabajar a tiempo completo por mi cuenta en 2016 y empecé a construir un estudio en mi patio trasero en 2017. Considero que el elemento humano de un estudio es más importante que la infraestructura física, y por ese ideal, el estudio es y siempre ha sido destinado a ser compartido. Es decir, la primavera pasada ya trabajaba desde casa.

Mis compañeros de estudio se hicieron aún más presentes en el espacio compartido cuando muchos de sus trabajos de 9 a 5 se hicieron a distancia. La becaria Emery Hall también pasó este tiempo aquí, en nuestro estudio, durante su último semestre en la ASU y a lo largo del verano, trabajando a tiempo completo conmigo para completar los dos grandes proyectos de infraestructura de la ciudad que teníamos entre manos.

Chico MacMurtrie, que normalmente tiene su sede en Nueva York y trabaja en todo el mundo, utiliza la casa de su infancia en Bisbee como lugar de fabricación y durante la pandemia ha estado construyendo allí su propio gran espacio de estudio. He pasado gran parte de mi tiempo este invierno ayudando en ese proyecto. Aunque he echado de menos todas las exposiciones y eventos artísticos que me ayudan a conectar con el público y con otros artistas, el hecho de poder pasar este tiempo centrado en el estudio, y en su propia comunidad, ha sido generador.

Y, en cuanto a las actividades recreativas, algo que la pandemia no ha impedido es disfrutar del aire libre. Cuando no estoy en casa o en el estudio, he hecho un esfuerzo concertado para salir a los parques, trepar por las laderas de las montañas, descender por los cañones y hacer senderismo por algunos de los paisajes más surrealistas a los que se puede llegar en coche. Estas extraordinarias experiencias no sólo informan mi práctica escultórica, sino que también despiertan esos sentidos de emoción, curiosidad y aventura que me motivan.

Share this:

What can we help you find?

¿Necesitas más ayuda?
Llame a Servicios para visitantes al 602.257.1880 o envíe un correo electrónico

info@phxart.org
TYPE HERE TO SEARCH...