Una mirada breve a la evolución de la moda de mujer
Nov, 12, 2020
Arte
Una mirada breve a la evolución de la moda de mujer
Durante los últimos 1,000 años, la forma femenina ha sido moldeada y desplazada por medio de varios medios artificiales para lograr ideales sociales de la belleza, frecuentemente con resultados exagerados. Los corsés de ballena, por ejemplo, tenían el propósito de ayudar a las mujeres a lograr una forma de reloj de arena, mientras que el vendado de pies buscaba producir pequeños “pies de loto”. En el oeste, la moda de mujer también incluía estándares muy estrictos que dictaban la cantidad de piel que una mujer podía exponer; aún hasta el siglo XX, solo un breve vistazo del tobillo de una dama se podría considerar escandaloso a través de mucho de Europa y los Estados Unidos.
Miss Foley, Black satin brocade bodice with yellow flowers and green velvet bows, c. 1890. Brocaded silk satin, cotton net, and beads. Gift of Mrs. Theodore P. Grosvenor.
A principios del siglo durante el periodo eduardiano, sin embargo, algunos conceptos de la moda de mujer se empezaron a relajar. Los corsés del pasado dieron el paso a la aceptación de una figura corporal más natural, y la cantidad de tela y la escala de los vestidos de mujer empezó a reducirse también. Estos cambios se alinearon con los movimientos sufragistas en Europa y los Estados Unidos.
Aunque estos cambios en los estándares de la belleza eran considerables para esa era, y al fin de los corsés, que apretaban los pulmones y los órganos, proveyeron alguna medida de salud mejorada para las mujeres, las nuevas tendencias de moda también produjeron lo que se conocían como “faldas rectas” que, para extender la silueta, restringían las rodillas y hacían caminar libremente cada vez más difícil para las mujeres.
R & G Corset Company, Corset No. 234, 1885-1900. Satin with embroidery. Gift of Mr. and Mrs. Stanley Stone.
Luego, rápidamente, vino un cambio de marea que llevó a las faldas de mujeres de media pierna hasta la rodilla y más allá, a medida que la era de los eduardianos dio paso a las “Flappers”. ¿Pero qué provocó este cambio de dirección dramático en el mundo de la moda occidental?
Sencillamente: la Primera Guerra Mundial. La Gran Guerra fue un conflicto luchado a una escala nunca antes vista en la historia humana, y su impacto en la sociedad fue profundo. Todas las mujeres en el frente interno se encontraron con nuevos roles impuestos en ellas, trabajando en hospitales, municiones y fábricas; cuidando granjas; y hasta conduciendo ambulancias, oficios que previamente se les habían negado. Como resultado, su ropa cambió. Las faldas largas y decoración extensiva ya no eran prácticas, mientras que las cadenas de suministros para cantidades copiosas de tela disminuyeron. Como resultado, para la mujer normal, las faldas se hicieron más cortas, la ropa interior se enfocó más en la funcionalidad, y hasta los estilos de pelo evolucionaron rápidamente.
Unknown, Sapphire blue velvet bias cut evening dress with jeweled shoulder clasps, 1930. Velvet (blue), jewels. Gift of Mr. and Mrs. Stanley Stone; Unknown, Pale gold beaded velvet evening dress with sequins and embroidery, 1922. Velvet, beads, sequins and silk. Gift of Mrs. Jane Urban Linde.
Para mediados de la década de 1910, la moda había sido afectada permanentemente y nunca regresaría completamente a las normas de antes de la guerra. Las dobladillas se movieron a nivel de las pantorrillas, un estilo nuevo llamado “la crinolina de guerra”. Después, a finales de la década de 1910 y principios de la de 1920, el famoso estilo “Flapper” nació, resultando en cuellos redondos más bajos con pliegues de tela hondos, y mangas que tomaron forma de ala de murciélago antes de desaparecer por completo dando luz a los los primeros estilos sin manga para mujer.
A medida que la ropa de día se hizo cada vez menos conservadora, la ropa de noche mantuvo el ritmo, con la aparición de los primeros vestidos sin espalda a finales de la década de 1910 y principios de la de 1920. Aunque algo de conservatismo regresaría en los años 1930, una tendencia hacia valores más tradicionales en vestir probablemente inspirada por las dificultades y austeridad del periodo de la Gran Depresión, el regreso de conflicto global en la Segunda Guerra Mundial y, con ella, roles para mujeres hasta más expandidos cimentaron los cambios en la moda de mujer, resultando en evoluciones continuas en los siglos XX y XXI, de acuerdo con la expansión de los derechos y de la libertad personal de las mujeres.
Coco Chanel, Belt, 1928. Metal sequins. Gift of Mrs. Wesson Seyburn.