Como residentes del Valle del Sol, encontramos las obras de arte de Abbey Messmer refrescantes, por decir lo menos. Sus imágenes pintadas e instalaciones que representan charcos de agua azul gélida nos hacen querer clavar dentro de ellas, ya sea para refrescarnos después del calor del desierto o purificarnos de todo tipo de mala vibra.
Messmer, quien trabaja en Grand Avenue en un estudio que comparte con tres otros artistas, se reubico desde Texas a Phoenix en 2002. De 2012-2015, fue miembro de Eye Lounge, una cooperativa de arte contemporáneo dirigida por artistas en el centro de Phoenix, y en 2015, recibió una Beca de Artistas del Foro Contemporáneo, ahora conocido como la Beca de Artistas de Phoenix Art Museum, que le brindó la oportunidad de exhibir su obra en el Museo en 2016.
Cuatro años después, contactamos a Abbey de nuevo para ver cómo ha evolucionado su proceso y obra. Aquí está Abbey Messmer, en sus propias palabras, sobre lo que la inspira y por qué sigue completamente encantada con el agua.
Abbey Messmer: Me siento afortunada de que mi familia y maestros apoyaran mis intereses artísticos cuando era niña. Mi abuelo era carpintero y artesano, mi abuela bordaba colchas y mi tía era decoradora de interiores. Atendí escuelas especializadas y pude enfocarme en el arte.
De adolescente recuerdo haber apreciado las visitas al Dallas Art Museum y haber estado totalmente cautivada con la obra figurativa y el surrealismo. Un maestro de arte en la secundaria me animó a seguir el arte en la universidad, y estoy agradecida por esa dirección y aceptación general del arte como una pasión legítima que perseguir.
Messmer: Me mudé a Phoenix en 2002 después de graduarme con una licenciatura en pintura y dibujo (y una asignatura secundaria en antropología) de la University of North Texas. Mi tía y mi tío vivían aquí en ese tiempo, y me ofrecieron la oportunidad de explorar más allá del entorno en el que crecí, lo cual recomendaría a cualquier joven. Durante las visitas a Phoenix antes de mudarme, conocí a algunas personas clave en la comunidad artística del centro de Phoenix. Esto me ayudó a anclar, y la transición fue muy suave.
Ciertamente me inspira el desierto, sus colores vibrantes, y las maneras específicas en que nosotros, como humanos, nos adaptamos al calor. Si no vives aquí, piensas que el color del desierto es una variedad polvorienta de bronceados y pardos, pero el sudoeste estadounidense está lleno de color impresionante y sorprendente belleza natural. El desierto puede ser de ensueño, y cuando camino en ciertas zonas de Phoenix, el terreno a menudo me deja imaginando la vida en el fondo del océano. Además, el calor mismo me impulsó a hacer arte en el agua, por lo que el desierto ha sido muy influyente para mi arte.
Messmer: Desde que me mudé al Valle, siempre he tenido un estudio en Grand Avenue entre Roosevelt y Van Buren, así que he visto cambiar drásticamente el centro en los últimos 18 años. Agradezco que Arizona State University haya movido uno de sus campus al centro porque aumentó la densidad y habitabilidad aquí y provocó la creación de nuevos lugares, oportunidades, y experiencias alimentarias en el centro. Me paseo en bicicleta por la ciudad a menudo, y siempre hay un nuevo condominio o edificio de departamentos que se está construyendo. Con todo este cambio, sin embargo, estoy agradecida de que Grand Avenue haya crecido a un ritmo más lento y que se haya conservado su carácter único.
Messmer: He utilizado el agua como herramienta primaria en mi obra durante casi 10 años, y todavía estoy profundamente enamorada con el proceso y los resultados. Recuerdo cuando mi primo, que es fotógrafo, me introdujo a la cámara sumergible Fujifilm. Sin dudarlo, adquirí una y empecé a experimentar. Inicialmente me llamó la atención su capacidad para capturar cuerpos ingrávidos en el espacio, pero me di cuenta de que estaba más interesada en cómo el agua en flujo podía transformar una imagen. En la universidad, me había enfocado en los efectos de la genética y los microbios en nuestra biología, en pintar la enfermedad y las formas mutantes, pero a través de un proceso de experimentación y descubrimiento en Arizona, acogí el agua como herramienta fundamental para crear mi obra.
Estoy obsesionada con las imágenes distorsionadas porque reflejan lo absurdo de la realidad. Definir la verdad, de la creencia de un individuo al otro, puede ser casi imposible, y la inestabilidad de la imagen representa la naturaleza variable de la percepción. También refleja la fragilidad de nuestros estados físicos y mentales. Nos manipula y transforma constantemente el mundo que nos rodea, y me interesa esta experiencia elástica y el esfuerzo con el que tratamos de controlarla o acogerla.
Messmer: Como pintora, trabajé exclusivamente en óleos durante más de 20 años, pero en 2017, cambié a gouache y acrílico como solución a una invitación de exposición de último minuto para la que quería crear nueva obra. (¡Gracias Kenny Barrett!) Las pinturas a base de agua me permiten trabajar más rápido, e hice algunos descubrimientos emocionantes abordando un nuevo medio. He continuado con este medio desde entonces, pero regularmente siento tentación a volver a los óleos.
También me encanta la instalación, que aparece de vez en cuando en mi obra. Mi primer proyecto en Arizona fue una instalación en 2002 en Grand Avenue para la ventana Stop ‘N Look, y mi última gran instalación —llamada POOL — an immersive installation (PISCINA—una instalación de sumersión) —fue en 2015 en Eye Lounge. Para esa obra, construí una piscina dentro de la galería con paredes inclinadas, un dispositivo de iluminación, una escalera metálica, y una terraza. También creé una película submarina, que fue proyectada en la superficie interior de la piscina. La experiencia comenzó cuando uno entraba por la puerta. Caminabas hacia el extremo profundo de una piscina, sumergido en imágenes de agua en movimiento y rodeado de sonidos acuáticos. Este fue un proyecto muy emocionante y gratificante fuera de mi práctica primaria de pintura.
Messmer: Las pinturas tienen raíces en la fotografía. Utilizo una cámara sumergible y buceo a la parte profunda de las piscinas para tomar fotos de versiones licuadas del paisaje o tableaux vivants (pinturas vivientes). Me encanta absolutamente el proceso de pintar, pero el proceso de capturar las imágenes referenciales es vigorizante. Realmente disfruto la práctica física de bucear y entrenar mis pulmones para estar en paz sin oxígeno por periodos más largos. Es muy tranquilo y meditativo pasar tiempo observando el mundo desde el fondo de las piscinas. A menudo hago cientos de fotos, buscando imágenes muy abstraídas o distorsionadas con color saturado. Paso mucho tiempo revisando fotos para encontrar imágenes emocionantes para pintar.
Messmer: Me influencian Lucian Freud, Salvador Dalí, René Magritte, David Sedaris, Andy Goldsworthy, Wayne White, Paul Reubens, James Nestor y Diane Arbus, por mencionar algunos.
Messmer: Tengo obra exhibida en este momento en Walter Art Gallery en Scottsdale. También soy parte de una exposición que celebra el 20 aniversario de Eye Lounge en Step Gallery.
Trabajo y típicamente exhibo en The Lodge Art Studio, que comparto con tres otros artistas. Normalmente, somos un foco en Grand Avenue cuando abrimos al público el Primer Viernes, pero debido al COVID-19, nuestra fecha de reapertura aún está por determinarse.
Messmer: Mi mejor consejo sería buscar personas, proyectos y organizaciones inspiradoras y construir una red impresionante. Hagan trabajo voluntario. Aprendan nuevas habilidades y agradezcan a aquellos profesores que comparten conocimientos. Hagan visitas de estudio. Acudan a tantos espectáculos como sea posible. Apoyen a compañeros creativos cuando necesiten una mano, y se les devolverá. Creen rutinas sólidas para su práctica de hacer arte, pero experimenten y dense oportunidades para hacer descubrimientos. Escriban, lean, desarrollen sus pensamientos y escuchen a los demás, porque una perspectiva externa suele ser muy útil. ¡Sigan trabajando!
Ver más: Para descubrir más obras de Abbey Messmer, visita su página web www.abbeymessmer.com. También puedes visitar eyelounge.com y walter-art.com para ver su obra exhibida a través del Valle.
Messmer: La vida en cuarentena no es muy diferente para los artistas que pasan horas solos en el estudio. Mientras pinto, ya que las sesiones de pintura suelen durar de cuatro a 10 horas, tengo una rotación de podcasts y programas de televisión como Radiolab, Freakonomics, Hidden Brain, Broken Brain, Broken Record, Joe Rogan Experience, Kidding, Crank Yankers, Chopped y Blue Planet.
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