Mar, 02, 2021
Artistas
El Paisaje de Santa Fe de Willard Nash
Para muchos de nosotros, las oportunidades de viajar durante la pandemia han sido escasas. Con el propósito de mantener la cuarentena y el distanciamiento social, estamos lanzando una serie virtual de Vuelta al Mundo inspirada en las obras de la colección del Museo. Acompáñenos en nuestro viaje a través del globo, partiendo de Phoenix y dirigiéndonos a través del suroeste hasta Santa Fe. A continuación, Tim Rodgers, PhD, Director y CEO de Phoenix Art Museum, con subvención por Sybil Harrington, analiza de cerca una obra de la colección por Willard Nash que representa la región historiada.
“En búsqueda de la buena salud y de los “verdaderos” Estados Unidos, artistas jóvenes como Willard Nash se instalaron en Nuevo México para pintar los dramáticos paisajes y los pueblos indígenas de la región. Llegó en 1920 en respuesta a una invitación de Mabel Dodge Luhan, la excéntrica heredera de la Costa Este, que hizo muchas invitaciones de este tipo con la esperanza de que la belleza escénica de Nuevo México y las culturas indígenas pudieran inspirar a los artistas a crear nuevas obras y establecer colonias de arte en el oeste estadounidense. Muchos artistas, escritores y bailarines ahora famosos, como Ansel Adams, Martha Graham, D.H. Lawrence, Georgia O’Keeffe y Paul Strand, disfrutaron de la generosidad de Luhan y crearon algunas de sus mejores obras en respuesta a la tierra y las culturas que consideraban desconocidas.
En Nuevo México, Nash rápidamente se integró en el grupo de pintura llamado Los Cinco Pintores, que incluía a Jozef Bakos, Fremont Ellis, Walter Mruk y Will Shuster. Aunque los artistas exhibían juntos, sus obras compartían pocas similitudes estilísticas. Nash, más que los otros pintores, se basaba en su familiaridad con los artistas europeos y su obra para inspirar sus creaciones. En este cuadro de 1925, Sin título (Paisaje de Santa Fe), ahora en la colección de Phoenix Art Museum, la admiración de Nash por el arte de Cezanne es evidente en la construcción en forma de bloque, las zonas de color irregulares y el interés por un paisaje rural dominado por una montaña. Tanto Cezanne como Nash buscaban un terreno y un estilo artístico que declarara una estética personal específica y una identidad nacional—ya fuera francesa o estadounidense—y lo encontraron en los paisajes rurales y escarpados pintados de forma tosca”.